Nunca pensé que llegaría a usar una batería olvidada en un cajón para mantener vivo mi acceso a Internet, pero así ocurrió. Estaba trabajando desde casa cuando un apagón dejó fuera de servicio todo lo eléctrico. El silencio del router me hizo sentir como si me hubieran desconectado del mundo.
En lugar de esperar a que volviera la luz, decidí buscar una solución inmediata. Entre herramientas, cables y cosas que había guardado “por si algún día servían”, apareció una batería vieja. No sabía si funcionaría, pero esa pequeña idea improvisada terminó convirtiéndose en uno de los experimentos más interesantes que he hecho.
Lo que vas a leer ahora es exactamente cómo lo hice, paso a paso, con mis aciertos, errores, ajustes y comprobaciones. No es una guía teórica, sino mi experiencia real enfrentándome a un problema y encontrando una salida práctica.
Cómo construí mi propio adaptador improvisado
1. Abrí la batería sin dañarla ni provocar cortos (00:08)
Lo primero fue desmontar la batería con mucha paciencia. Utilicé herramientas que no fueran metálicas para no crear un cortocircuito accidental.

Las celdas internas todavía podían tener algo de carga, así que trabajé lento, retirando la cubierta capa por capa. Lo esencial era acceder a los contactos sin perforarlos ni comprometer su integridad.
2. Usé ácido o incluso aceite de motor para preparar las superficies (00:48)
Cuando vi los contactos internos, estaban oxidados y sucios. Intenté soldar sin preparación y, como imaginaba, el metal fundido no se adhería.
Limpié entonces las zonas con una mínima cantidad de ácido, algo que ya tenía en casa para experimentos de limpieza. En otra ocasión, probé con aceite de motor, que curiosamente permitió que la soldadura se fijara mejor.

Aún no sé por qué funcionó tan bien, pero lo cierto es que, después de limpiar, los cables se soldaron de manera firme.
3. Cubrí todo con pegamento caliente para asegurar e aislar (01:35)
Una vez tuve los cables soldados, reforcé las uniones con pegamento caliente.

No sólo evitó que los cables se movieran, sino que creó una capa aislante que me hizo sentir mucho más tranquilo manipulando el montaje. Este pequeño detalle marcó la diferencia entre un arreglo frágil y un adaptador confiable.
4. Añadí un conector estándar de 9 voltios (02:00)
Buscaba algo que pudiera acoplarse fácilmente a distintos dispositivos, así que instalé un conector de 9V.

Lo fijé bien, comprobando que quedara firme, porque sabía que cualquier movimiento brusco podía soltar los cables internos. Con esto, ya tenía la interfaz necesaria para conectar el adaptador a un router.
5. Probé el montaje antes de usarlo con un equipo real (02:35)
Antes de confiarle mi router, usé un multímetro para verificar la salida de voltaje.
La lectura se mantuvo estable durante varios minutos, y la batería no produjo calor extraño. Apreté un poco las conexiones, revisé otra vez y me preparé para la prueba definitiva.

6. Encendí el router usando la batería como fuente (02:40)
El momento llegó. Conecté el adaptador al router y coloqué una batería algo más potente para evitar caídas de tensión.

Los indicadores del router se encendieron al instante. Observé cómo iniciaba, cómo buscaba la señal, y en menos de un minuto estaba navegando nuevamente. No pude evitar sentir una satisfacción profunda: el experimento funcionaba.
Lo que descubrí después del éxito inicial
Después de que el router funcionara, quise poner a prueba otros dispositivos pequeños. Con el mismo adaptador improvisado logré encender una lámpara LED, un mini ventilador, una grabadora y hasta un pequeño repetidor portátil. Eso me mostró que este método no sólo sirve para emergencias domésticas, sino también para situaciones al aire libre donde no hay acceso a 220V.
Lecciones que aprendí mientras hacía este proyecto
- No todas las baterías viejas son utilizables; algunas pueden ser peligrosas.
- Si una batería está hinchada o deformada, no debe abrirse bajo ninguna circunstancia.
- La protección personal es indispensable: guantes, gafas y ventilación.
- El pegamento caliente puede salvar un proyecto improvisado, tanto para fijar como para aislar.
- Las pruebas de voltaje deben repetirse varias veces antes de conectar un dispositivo real.
Consejos adicionales y mantenimiento
Cada vez que uso este sistema, reviso la batería, los cables y la temperatura. No dejo el montaje conectado sin supervisión. Una solución casera como esta es útil, pero debe manejarse con responsabilidad. Si noto que el voltaje baja demasiado rápido o aparece olor a calor, desconecto todo de inmediato.
Vídeos relacionados que te podrían gustar:
- Luz delantera LED para bicicleta con batería recargable tipo C: análisis y desempaquetado completos
- Cómo cambiar el disco de la amoladora sin llave: métodos fáciles y seguros
- ¿Qué tan limpia puede quedar tu afeitadora con este truco?
¡Cuéntanos tu experiencia! ¿Conocías este método? ¡Comparte tu experiencia o preguntas en los comentarios! Tus comentarios ayudan e inspiran a otros.



Deja un comentario